OBRERO EN CONSTRUCCIÓN
¿Cómo podía un obrero en construcción
Comprender que un ladrillo valía más que un pan?
Ladrillos, él apilaba, con pala, cemento, escuadra
En cuanto al pan, él lo comía
Pero si fuera a comer ladrillo...
Y así el obrero iba
Con sudor y con cemento
Levantando una casa aquí
Adelante, un apartamento
Un cuartel, una prisión
Prisión que sufriría
Si no fuera, eventualmente, un obrero en construcción.
Pero él desconocía
Este hecho extraordinario:
El obrero hace la cosa
La cosa hace al obrero
De modo que cierto día
A la mesa, al cortar el pan,
Fue tomado, de súbita emoción
Asombrado, al constatar
Que todo en esa mesa, botella, plato, cuchillo,
Era él quien los hacía
Casa, ciudad, nación
Todo lo que existía era él quien lo hacía
Un obrero que sabía ejercer la profesión.
Fue dentro de la comprensión
En este instante solitario
Que tal su construcción
Creció también el obrero.
Y un hecho nuevo se vio
Que a todos admiraba:
Lo que el obrero decía,
Otro obrero escuchaba.
Notó que su fiambrera era el plato del gran plato
Que su cerveza negra era el whisky del patrón
Que su overol de trabajo era el traje del patrón
Que el casucho donde vivía era la mansión del patrón
Que sus dos pies andariegos eran las ruedas del patrón
Que la dureza de su día, que su inmensa fatiga
Era la noche amiga del patrón
El obrero veía las casas
Y dentro las estructuras
Veía cosas, objetos
Productos, manufacturas
Veía todo lo que hacía
El lucro de su patrón
Y en cada cosa que veía
Misteriosamente había
La marca de su Mano.
Y el obrero dijo: ¡No!
Locura, gritó el patrón
¿No ves todo lo que te doy yo?
¡Mentira! Dijo el obrero:
No puedes darme lo que es mío.